Lesiones penetrantes maxilofaciales: Presentación de 4 casosPenetrating maxillofacial injuries: Report of 4 cases
Abstract:

Una historia y examen físico detallado deben ser imperativos en todos los pacientes con sospechas de lesiones penetrantes de la región maxilofacial por parte del cirujano maxilofacial, con participación activa y frecuente de oftalmólogos, otorrinolaringólogos y neurocirujanos, incluso ante lesiones aparentemente triviales. La exploración por radiografías simples, ultrasonidos y especialmente la tomografía axial computadorizada de reconstrucción tridimensional, constituye la mejor vía para detectar lesiones oculares y/ u orbitarias, fracturas del complejo craneofacial, precisar localización, naturaleza y relación del objeto hiriente con órganos y estructuras anatómicas importantes. Se presentan 4 pacientes con este tipo de lesiones proporcionadas por 3 tipos de objetos de naturaleza y características diferentes. Se enfatiza en los aspectos terapéuticos y se ilustra el trabajo con imágenes por rayos X simples y TAC. Se emiten consideraciones a tener presentes en este tipo de lesiones resaltando aquellas con extensión intracraneal.

A medical history and a detailed physical examination should be imperative in all the patients with suspicion of penetrating injuries of the maxillofacial region, on the part of the maxillofacial surgeon with an active and frequent participation of ophthalmologists, otorhinolaryngologists and neurosurgeons, even in the case of apparently trivial injuries. The exploration by simple X rays, ultrasounds and, specially, computerized axial tomography of tridimensional reconstruction is the best way to detect ocular and/or orbital injuries, fractures of the craniofacial complex , and to determine the localization, nature and relation of the wounding object to organs and important anatomical structures. 4 patients with this type of injuries produced by three types of objects of different nature and characteristics are presented. Emphasis is made on the therapeutic aspects and the paper is illustrated with simple x rays and CAT images. Some considerations that should be taken into account in this type of injuries are made, stressing those with intracranial extension.

Keywords:
    • lesiones penetrantes maxilofaciales;
    • aspectos terapéuticos;
    • Penetrating maxillofacial injuries;
    • therapeutic aspects..
<p>Hospital Provincial Docente “Saturnino Lora” Santiago de Cuba </p> <h2 align="left">Lesiones penetrantes maxilofaciales. Presentaci&oacute;n de 4 casos <strong></strong></h2> <p align="left"><a href="#autor">Dr. Jos&eacute; Manuel D&iacute;az Fern&aacute;ndez,<span class="superscript">1</span> Dr. Jos&eacute; Jard&oacute;n Caballero,<span class="superscript">2</span> Dra.Yalissy Quintero Mart&iacute;nez<span class="superscript">3</span> y Dra. Liliana Pe&ntilde;a Sisto<span class="superscript">4</span></a><a name="cargo"></a> </p> <h4 align="left">RESUMEN</h4> <p align="justify">Una historia y examen f&iacute;sico detallado deben ser imperativos en todos los pacientes con sospechas de lesiones penetrantes de la regi&oacute;n maxilofacial por parte del cirujano maxilofacial, con participaci&oacute;n activa y frecuente de oftalm&oacute;logos, otorrinolaring&oacute;logos y neurocirujanos, incluso ante lesiones aparentemente triviales. La exploraci&oacute;n por radiograf&iacute;as simples, ultrasonidos y especialmente la tomograf&iacute;a axial computadorizada de reconstrucci&oacute;n tridimensional, constituye la mejor v&iacute;a para detectar lesiones oculares y/ u orbitarias, fracturas del complejo craneofacial, precisar localizaci&oacute;n, naturaleza y relaci&oacute;n del objeto hiriente con &oacute;rganos y estructuras anat&oacute;micas importantes. Se presentan 4 pacientes con este tipo de lesiones proporcionadas por 3 tipos de objetos de naturaleza y caracter&iacute;sticas diferentes. Se enfatiza en los aspectos terap&eacute;uticos y se ilustra el trabajo con im&aacute;genes por rayos X simples y TAC. Se emiten consideraciones a tener presentes en este tipo de lesiones resaltando aquellas con extensi&oacute;n intracraneal. </p> <p><em>Palabras clave</em>: lesiones penetrantes maxilofaciales, aspectos terap&eacute;uticos. </p> <p align="justify"> Las lesiones penetrantes de la regi&oacute;n maxilofacial son aquellas en las cuales un objeto penetra los tejidos blandos y/o duros y se mantienen alojados dentro de una o varias estructuras. Este tipo de lesi&oacute;n puede resultar por diferentes formas de traumas.<span class="superscript">1 </span>Una lesi&oacute;n perforante es aquella en la cual el objeto pasa a trav&eacute;s de ambos tejidos, duros y blandos con materia extra&ntilde;a a la entrada y salida de las heridas.<span class="superscript">2</span> En las lesiones penetrantes, el objeto parece localizado dentro de los tejidos y la herida puede ser superficial o profunda. Los objetos hirientes son entonces considerados cuerpos extra&ntilde;os. </p> <p align="justify">Los objetos de las lesiones penetrantes que pueden ser retenidos dentro de los tejidos incluyen balas y fragmentos de ellas,<span class="superscript">3</span> pedazos de madera y cristal,<span class="superscript">4 </span>hojas de cuchillos y materiales industriales.<span class="superscript">5</span> </p> <p align="justify">Las lesiones penetrantes orbitofaciales o paraorbitales constituyen traumas potencialmente amenazantes para la vida. El 12 % de mortalidad fue encontrado en un estudio de 42 pacientes con heridas maxilo-orbitarias con extensi&oacute;n intracraneal registradas durante la Segunda Guerra Mundial.<span class="superscript">6</span> Esta mortalidad fue 2 veces superior a todos los otros tipos de lesiones craneales penetrantes. Los pacientes que sufrieron fracturas del techo de la &oacute;rbita o piso de la fosa craneal anterior requirieron de una prolongada hospitalizaci&oacute;n, cosa que todos los otros pacientes con lesiones faciales penetrantes no recibieron.<span class="superscript">7,8</span> </p> <p align="justify">Las lesiones orbitofaciales pueden ser obvias; sin embargo, el diagn&oacute;stico, puede tornarse dif&iacute;cil a causa de la intensa inflamaci&oacute;n de las estructuras faciales periorbitarias y por la falta de cooperabilidad del paciente ante la historia del trauma. </p> <p align="justify">Este estudio tiene como prop&oacute;sitos: </p> <div align="justify"> <ul> <li> Brindar&nbsp;un informe actualizado de la literatura sobre las lesiones penetrantes maxilofaciales con resalte en los aspectos diagn&oacute;sticos y terap&eacute;uticos de aquellas lesiones ubicadas en el tercio medio facial con extensi&oacute;n intracraneal. </li> <li> Presentar los casos de 4 pacientes con lesiones penetrantes producidas por objetos hirientes. </li> </ul> </div> <ul> </ul> <h4><em> </em>PRESENTACI&Oacute;N DE CASOS</h4> <p><strong>Caso 1 </strong></p> <p align="justify">Paciente masculino de 18 a&ntilde;os de edad, de raza blanca, con antecedentes de buena salud, el cual recibe trauma facial por arma de fuego que le produce lesi&oacute;n en la cara y sangramiento nasal profuso, por lo que se traslada de su &aacute;rea de salud al Cuerpo de Guardia de Maxilofacial del Hospital Provincial, donde se le realizo tratamiento de urgencia y se decidi&oacute; su ingreso para continuar tratamiento en la sala. </p> <p align="justify"><em>Examen f&iacute;sico</em>: </p> <p align="justify">Cara: edema facial, herida en regi&oacute;n nasogeniana derecha de 1cm, epistaxis por ambas fosas nasales y dolor a la palpaci&oacute;n. </p> <p align="justify">Boca: sin alteraciones cl&iacute;nicas evidentes, aunque con dificultad para la apertura bucal y dolor. </p> <p align="justify">Resto del examen sin alteraciones. </p> <p align="justify"><em>Estudios complementarios: </em></p> <p align="justify">Estudio radiol&oacute;gico: vista P-A de mand&iacute;bula (fig. 1). </p> <p align="justify">Hemograma al ingreso: HB:12,5g/L; Leuc: 5,4 x 10 <strong>9</strong> /L. A las 24 horas: HB:110 g/; Leuc: 10,4 x 10 <strong>9</strong> /L (16-11-04). </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v43n3/f0111306.jpg"><img src="/img/revistas/est/v43n3/f0111306.jpg" width="194" height="214" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 1. Vista posteroanterior de mand&iacute;bula: se constata imagen radiopaca de aproximadamente 2 cm de forma ovoidea alojada entre la regi&oacute;n retromolar y la rama ascendente de la mand&iacute;bula del lado izquierdo, compatible con fragmento de proyectil. </p> <p align="justify"><em>Tratamiento de urgencia</em>: sutura y taponamiento nasal anterior y posterior, gotas nasales, termoterapia fr&iacute;a, curas locales diarias. </p> <p align="justify">Traslado al Hospital Militar. </p> <p>Fecha de ingreso: 15-11-04. </p> <p>Fecha de egreso: 23-11-04. </p> <p align="justify"><em>Seguimiento </em>: fisioterapia para rehabilitar una constricci&oacute;n de la apertura bucal de 29 mm , la cual se logra ampliar luego de 6 meses de tratamiento hasta 42 mm . <strong></strong></p> <p><strong>Caso 2 </strong></p> <p align="justify">Paciente masculino de 36 a&ntilde;os de edad, recluso, con antecedentes de buena salud, el cual es traido al Cuerpo de Guardia de Emergencia (24 de octubre del 1997), por recibir trauma con objeto punzante en tercio medio de la cara durante una reyerta con un compa&ntilde;ero de celda. Al recibir este paciente se encuentra en estado comatoso con marcada agitaci&oacute;n psicomotora, sin estigma perif&eacute;rico de trauma cr&aacute;neo-encef&aacute;lico, con una se&ntilde;al de peque&ntilde;a herida facial al nivel del p&aacute;rpado inferior izquierdo con escaso sangrado. </p> <p><em>Examen f&iacute;sico: </em></p> <p align="justify">Cara: herida incisa de + 2,5 cm dispuesta transversalmente en la regi&oacute;n del p&aacute;rpado inferior izquierdo al nivel del tercio interno del mismo. </p> <p align="justify">Neurol&oacute;gico: escala de coma de Glasgow (r espuesta ocular: 2, respuesta verbal: 2; respuesta motora: 5; total: 9 puntos). </p> <p align="justify">Defecto motor 3/5 lado derecho. </p> <p align="justify">Babinsky derecho. </p> <p align="justify"><em>Estudios complementarios</em>: se realizan Rx de cr&aacute;neo lateral (fig. 2). </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v43n3/f0211306.jpg"><img src="/img/revistas/est/v43n3/f0211306.jpg" width="194" height="214" border="0"></a></p> <p align="center">&nbsp;Fig. 2. Vista lateral de cr&aacute;neo. Se constata estructura radiopaca de aproximadamente 30 cm de longitud, dispuesta de forma oblicua, de abajo a arriba, de borde filoso, que atraviesa &oacute;rbita izquierda, piso de fosa craneal anterior, fosa craneal media y termina al nivel del l&oacute;bulo parietal derecho. Dicha estructura es compatible con hoja met&aacute;lica, arma blanca. </p> <p align="justify"><em>Tratamiento</em>: se lleva al paciente al sal&oacute;n de operaciones de extrema urgencia. El proceder operatorio se ejecuta por un equipo multidisciplinario, en el que participan neurocirujanos, oftalm&oacute;logos y cirujanos maxilofaciales. Se realiz&oacute; el retiro de dicho instrumento de filo con extrema sutileza en sentido contrario a la direcci&oacute;n de entrada, <em>toilette, </em> hemostasia y sutura. </p> <p align="justify">Se indica antibi&oacute;tico, antiinflamatorio, termoterapia fr&iacute;a y curas locales diarias. </p> <p align="justify"><em>Evoluci&oacute;n en sala</em>: dicho paciente evoluciona satisfactoriamente sin complicaciones. </p> <p>Estad&iacute;a hospitalaria: 27 d&iacute;as. </p> <p><em>Secuelas neurooftalmol&oacute;gicas</em>: </p> <ul> <li> P&eacute;rdida de visi&oacute;n del ojo izquierdo. </li> <li> Alteraciones conductuales. </li> </ul> <p><strong>Caso 3 </strong></p> <p align="justify">Paciente de 29 a&ntilde;os de edad, de raza mestiza, procedencia rural, el cual agrede a su esposa con una piedra proporcion&aacute;ndole trauma en regi&oacute;n frontal con p&eacute;rdida temporal de la conciencia; creyendo este haberle provocado la muerte, decide autoagredirse con un arma de fuego manufacturada dentro de la boca. </p> <p><em>Examen f&iacute;sico: </em></p> <p align="justify">Cara: al nivel de la regi&oacute;n inframastoidea izquierda, se constata herida avulsiva de + 3 cm de bordes irregulares, combinado con hematoma importante a dicho nivel, que se extiende a regi&oacute;n infraparot&iacute;dea y submaxilar, as&iacute; como regi&oacute;n lateral superior izquierda cervical. </p> <p align="justify">Boca: con dificultad para la apertura, sangrado profuso al nivel de la porci&oacute;n posterior del carrillo izquierdo asociado con heridas de bordes irregulares, una de las cuales expone parte de la rama ascendente mandibular de dicho lado, as&iacute; como movilidad anormal mandibular y maloclusi&oacute;n dentaria. </p> <p><em>Estudios complementarios: </em></p> <p>Se realizaron Rx, en la vista postero-anterior de mand&iacute;bula (fig. 3). </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v43n3/f0311306.jpg"><img src="/img/revistas/est/v43n3/f0311306.jpg" width="194" height="214" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 3. <strong></strong>En la vista posteroanterior de mand&iacute;bula se observan m&uacute;ltiples im&aacute;genes radiopacas peque&ntilde;as, de forma redondeadas, compatibles con perdigones, dispersos con mayor concentraci&oacute;n al nivel de la rama ascendente izquierda. Se constata p&eacute;rdida de continuidad &oacute;sea al nivel subcondilar, compatible con l&iacute;nea de fractura, y peque&ntilde;os fragmentos &oacute;seos dispersos en el &aacute;rea. </p> <p align="justify"><em>Conducta</em>: bajo anestesia general se realiza exploraci&oacute;n, <em>toilette</em>, eliminaci&oacute;n de algunos fragmentos &oacute;seos peque&ntilde;os, as&iacute; como perdigones. Se suturan las heridas intra y extrabucal, se colocan botones de fijaci&oacute;n dentarios y se realiza fijaci&oacute;n intermaxilar el&aacute;stica. Tratamiento farmacol&oacute;gico con antibi&oacute;ticos, vitaminas, antiinflamatorios no esteroideos, termoterapia fr&iacute;a y curas locales diarias. </p> <p>Alta: a los 7 d&iacute;as. </p> <p align="justify"><em>Seguimiento por consulta externa</em>: se instruye rehabilitaci&oacute;n con la finalidad de alcanzar una pseudoartrosis al nivel de la fractura subcond&iacute;lea y una adecuada apertura bucal, que se logra luego de 8 meses de fisioterapia, la cual se estabiliz&oacute; en 40 mm. </p> <p><strong>Caso 4 </strong></p> <p align="justify">Paciente masculino de 22 a&ntilde;os de edad, raza mestiza, procedencia rural, con antecedentes de buena salud, el cual estando en su domicilio es agredido por un ciudadano, quien le propici&oacute; un disparo con un arma de fuego (perdigones), lo cual le provoc&oacute; p&eacute;rdida brusca de la visi&oacute;n con abundante p&eacute;rdida de sangre y dolor, por lo que es llevado al Cuerpo de Guardia del Hospital de San Luis, de donde se remite al Hospital Provincial y se decide su ingreso para terap&eacute;utica adecuada. </p> <p><em>Examen f&iacute;sico: </em></p> <p align="justify">Cara: facies caracter&iacute;stica del proceso traum&aacute;tico facial, edema que ocluye los ojos, m&uacute;ltiples lesiones escoriativas en piel, epistaxis, dolor a la palpaci&oacute;n y dificultad para la abertura bucal. </p> <p align="justify">Oftalmol&oacute;gico: hematoma palpebral OD con herida en p&aacute;rpado superior. No se observa cuerpo extra&ntilde;o a simple vista. </p> <p><em>Estudios complementarios: </em></p> <p>Se realizaron Rx, en la vista Water (fig. 4). </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v43n3/f0411306.jpg"><img src="/img/revistas/est/v43n3/f0411306.jpg" width="194" height="214" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 4. Vista Water: se observan im&aacute;genes peque&ntilde;as m&uacute;ltiples, radiopacas, diseminadas en el macizo craneofacial, m&aacute;s agrupados en el tercio medio, compatibles con cuerpos extra&ntilde;os (perdigones). No se observan soluciones de continuidad &oacute;seas. </p> <p align="justify"><em>Tratamiento</em>: se realiza <em>toilette</em>, sutura de heridas avulsivas, se ingresa con tratamiento antibi&oacute;ticos y antiinflamatorios esteroideos, termoterapia fr&iacute;a y curas locales. </p> <p>Estad&iacute;a: 5 d&iacute;as. </p> <p>Evoluci&oacute;n: satisfactoria. </p> <p align="justify"><em>Seguimiento</em>: debido a una progresiva disminuci&oacute;n de la apertura bucal, se instituye fisioterapia rehalibitadora para la constricci&oacute;n de la apertura bucal, la cual se logra en 4 meses estabiliz&aacute;ndola en 44mm. </p> <h4>DISCUSI&Oacute;N</h4> <p align="justify">El manejo de las lesiones penetrantes en la regi&oacute;n maxilofacial puede variar, en dependencia de la etiolog&iacute;a de la lesi&oacute;n, la naturaleza del cuerpo extra&ntilde;o retenido, el sitio de la lesi&oacute;n y la extensi&oacute;n del da&ntilde;o a los tejidos duros y blandos de la propia regi&oacute;n y estructuras vecinas.<span class="superscript">4</span> El ojo es particularmente vulnerable a las lesiones penetrantes y cuerpos extra&ntilde;os que pueden alojarse dentro de la &oacute;rbita, e incluso extenderse mas all&aacute; dentro del cr&aacute;neo. En una revisi&oacute;n de 20 casos, donde los cuerpos extra&ntilde;os fueron alojados en la &oacute;rbita, la visi&oacute;n del ojo afectado fue perdida en 7 de ellos.<span class="superscript">6</span> Los autores enfatizaron que el manejo adecuado de cada caso depende de la cooperaci&oacute;n interdisciplinaria. </p> <p align="justify">La remoci&oacute;n de cuerpos extra&ntilde;os no siempre es f&aacute;cil, sobre todo cuando estos llegan a alojarse profundamente dentro de los tejidos blandos. A menudo son dif&iacute;ciles de localizar, particularmente cuando son peque&ntilde;os y/o no pueden ser palpados, cuando se localizan en planos profundos como en el caso de 3 de nuestros pacientes, cuyos objetos hirientes fueron perdigones y fragmentos de bala. Las t&eacute;cnicas que empleamos en la localizaci&oacute;n de los objetos hirientes, incluyeron radiograf&iacute;as en planos diferentes, TAC e investigaciones por ultrasonidos, estas &uacute;ltimas fundamentalmente en &oacute;rbitas. Otros autores han utilizado tambi&eacute;n las angiograf&iacute;as.<span class="superscript">5</span> Adem&aacute;s el TAC es muy &uacute;til en la localizaci&oacute;n de cuerpos extra&ntilde;os de baja densidad dentro de los tejidos blandos y duros.<span class="superscript">7</span> La rutina para la remoci&oacute;n de un cuerpo extra&ntilde;o es usualmente a trav&eacute;s de la entrada de la herida y el trayecto creado por el objeto, y puede ser necesaria la ampliaci&oacute;n de la incisi&oacute;n causada por el objeto hiriente para facilitar la exploraci&oacute;n adecuada del trayecto y recuperaci&oacute;n del objeto con un hemostato curvo. La remoci&oacute;n de un objeto hiriente como el cuchillo, los fragmentos dentados de bala y de cristal, deben ser abordados con extrema precauci&oacute;n, <em></em>ya que tales objetos, a causa de su extrema agudeza, pueden causar da&ntilde;os a estructuras vitales durante su extracci&oacute;n. </p> <p align="justify">En nuestros pacientes solo fue extra&iacute;do el cuchillo, por lo cual fueron aplicados los preceptos enunciados con anterioridad y mediante intervenci&oacute;n multidisciplinaria. Los fragmentos de balas y perdigones solo son removidos cuando se localizan superficialmente o interfieren en funciones importantes. Las lesiones penetrantes del tercio medio facial con sospecha de extensi&oacute;n intracraneal, deben ser valoradas y tratados bajo criterios multidisciplinarios. </p> <p><strong>Recomendaciones </strong></p> <p align="justify">Atendiendo a las caracter&iacute;sticas de nuestros pacientes y tomando en cuenta los elementos aportados por la literatura internacional, podemos enumerar las consideraciones siguientes: </p> <p align="justify"> Cuando son evaluados pacientes con traumas maxilofaciales penetrantes se recomiendan los siguientes pasos: </p> <div align="justify"> <ol> <li>Debe obtenerse una historia detallada del trauma, incluyendo la descripci&oacute;n del objeto hiriente. </li> </ol> <ul> <li>Si el di&aacute;metro del objeto es lo suficientemente peque&ntilde;o para penetrar la &oacute;rbita u espacio interorbitario (di&aacute;metro del reborde orbital aproximadamente 35 mm), el potencial para la extensi&oacute;n intracraneal existe y se debe realizar una exploraci&oacute;n por TAC. </li> <li> Un examen maxilofacial y oftalmol&oacute;gico completo es necesario realizar de forma sistem&aacute;tica, a&uacute;n en presencia de heridas faciales aparentemente triviales ubicadas en el tercio medio de la cara. </li> <li> Una exploraci&oacute;n por TAC de las &oacute;rbitas u espacio interorbitario con vista coronaria y axial, deben ser tomadas en todos los casos donde exista un potencial para la extensi&oacute;n intracraneal, como resultado de traumas maxilofaciales u orbitarios de car&aacute;cter principalmente penetrante. </li> <li> Los servicios oftalmol&oacute;gicos, neuroquir&uacute;rgicos y otorrinolaringol&oacute;gicos deben ser consultados siempre para prestar asistencia en el manejo de las fracturas del marco orbitario o en el alojamiento de cuerpos extra&ntilde;os en &oacute;rbita, senos paranasales e intracraneales asociados con los traumas maxilofaciales penetrantes. </li> </ul> <ol start="2"> <li> Los objetos hirientes tales como perdigones o fragmentos de bala con localizaci&oacute;n superficial, deben removerse a trav&eacute;s de la puerta de entrada de los mismos, sin embargo, aquellos ubicados en planos profundos y en estrecha relaci&oacute;n con estructuras importantes, deben estar sujetos a una conducta expectante bajo seguimiento sistem&aacute;tico. </li> <li> La lesi&oacute;n facial con extensi&oacute;n intracraneal debe ser considerada cuando se eval&uacute;a un trauma penetrante de moderada a elevada energ&iacute;a que ocurre en la regi&oacute;n del tercio medio facial y que este experimenta una direcci&oacute;n caudocef&aacute;lica. </li> <li> Los signos y s&iacute;ntomas asociados con extensi&oacute;n intracraneal pueden ser atribuidos a otras causas si la fractura del techo orbitario o piso de la fosa craneal no es sospechada durante los traumas maxilofaciales o paraorbitarios penetrantes. </li> </ol> </div> <h4 align="justify"> SUMMARY</h4> <p align="justify"><strong>Penetrating maxillofacial injuries. Report of 4 cases</strong></p> <p align="justify">A medical history and a detailed physical examination should be imperative in all the patients with suspicion of penetrating injuries of the maxillofacial region, on the part of the maxillofacial surgeon with an active and frequent participation of ophthalmologists, otorhinolaryngologists and neurosurgeons, even in the case of apparently trivial injuries. The exploration by simple X rays, ultrasounds and, specially, computerized axial tomography of tridimensional reconstruction is the best way to detect ocular and/or orbital injuries, fractures of the craniofacial complex , and to determine the localization, nature and relation of the wounding object to organs and important anatomical structures. 4 patients with this type of injuries produced by three types of objects of different nature and characteristics are presented. Emphasis is made on the therapeutic aspects and the paper is illustrated with simple x rays and CAT images. Some considerations that should be taken into account in this type of injuries are made, stressing those with intracranial extension. </p> <p align="justify"><em>Key words</em>: Penetrating maxillofacial injuries, therapeutic aspects. </p> <h4 align="justify">REFERENCIAS BIBLIOGR&Aacute;FICAS</h4> <div align="justify"> <!-- ref --><p>1. Cohen MA, Shakenovsky B R, Smith J. How velocity handgun injuries of the maxillofacial regions. J Maxillofac Surg 2004;32(5):439-46. <!-- ref --><p>2. Bartkowksy SB, Kurek M, Stypulkowsku J. Foriegn bodies in the orbit. J Maxillofac Surg 2004;32(7):730-7. <!-- ref --><p>3. Rowe NH, Williams JH. Maxillo facial injuries. New York: Churchill Livingstone;1985. p.169-381. <!-- ref --><p>4. Gan BJ, Kallal RH, Helgerson AC. The imagen interfier in oral and maxillofacial injuries surg. J Oral Maxillofac Surg 2000;28(3):726-31. <!-- ref --><p>5. Cohen MA, Boyes-Varley G. Penetrating injuries to the maxillofacial region. J Oral Maxillofac Surg 1999;37(2):197-202. <!-- ref --><p>6. Webster SE,Schneider RC, Lobstrom SE. Observation upon management of orbitofciocraneal Wounds. J Neurosurg 2004;61(3):329-36. <!-- ref --><p>7. Fradkin AH. Orbital floor fractures and ocular complications. Am J Ophthobnal 2001;102(6):699-704. <!-- ref -->8. Salomon KD, Pearson A, Tetz MR, Baker RS. Craneal injuries from unsuspected penetrating orbital trauma: A review of five cases. J Trauma 2003;44(12):285-9. </li> </ol> </div> <p align="justify">Recibido: 31 de marzo del 2006. Aprobado: 3 de junio del 2006. <br> Dr. <em>Jos&eacute; Manuel D&iacute;az Fern&aacute;ndez </em>. Hospital Provincial Docente “Saturnino Lora”, Santiago de Cuba. </p> <p align="justify"><span class="superscript"><a href="#cargo">1</a></span><a href="#cargo">Especialista de II Grado en Cirug&iacute;a Maxilofacial. Profesor Auxiliar. <br> <span class="superscript"><strong>2</strong></span>Especialista de I Grado en Cirug&iacute;a Maxilofacial. <br> <span class="superscript"><strong>3</strong></span>Residente de 3er. a&ntilde;o de Cirug&iacute;a Maxilofacial. <br> <span class="superscript"><strong>4</strong></span>Especialista de I Grado en Oftalmolog&iacute;a y Medicina General Integral. Instructora.</a><a name="autor"></a> </p>

References

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